Cuando era cría me podía pasar las horas muertas haciendo unos dibujos con un rotulador negro. Cuando me aburría dejaba la mente en blanco y me ponía a dibujar sin pensar en nada. Últimamente me ha dado por decorar los cuadernos de tapas de cartón marrón de Ikea y pensé que era una buena cosa a incorporar, teniendo en cuenta que soy absolutamente incapaz de dibujar nada más :)
Los
materiales son de lo más sencillo:
Necesitamos únicamente: un cuaderno liso, un rollo de washitape y un rotulador negro permanente (o tipo pilot)
Lo primero es colocar dos cintas de washitape de lado a lado, dejando una ligera separación entre ambas.
Comenzamos a dibujar. Yo me dejaba llevar. Me gustan especialmente las figuras con curvas así que simplemente dibujo. Y luego lo relleno. Así va creciendo el dibujo progresivamente.
Como el trabajo es muy arduo pensé que estaría bien colocar otras dos tiras en el otro lado. Este washitape como podéis ver tiene un efecto óptico muy divertido y parece que se estrecha cuando no es así.
Cuando está todo el dibujo realizado (con mucha paciencia y tratando de respetar los bordes para que queden lo más rectos posible) sólo nos queda añadirle unas pequeñas decoraciones en la zona del washi tape. Yo puse unas rayas y unos puntitos porque no quería sobrecargarlo.
Et voilà! Este es mi cuaderno ¿Os gusta cómo ha quedado?