Ya tengo asumido que en mi casa hay algún duende que se entretiene en esconderme todo, se lo pasa en grande a mi costa.
Lo digo porque yo creo que dejo las cosas en un sitio y cuando voy a buscarlas, no las encuentro. Eso me pasó hace unos años con los pétalos de esta flor del cojín. No la encontraba, así que lo dejé por imposible. Y... ¡oh, sorpresa! hoy ordenando un armario, el cual había ordenado un montón de veces, he encontrado la flor recortada. Así que para que no me vuelva a pasar, inmediatamente he hecho un cojín con ella.
¡Lo siento duende, ya no me la escondes más!
Así ha quedado el cojín. Estoy segura que enseguida tendrá dueña



Si a ti, con lo organizada que eres, también te esconde las cosas el duende, yo ya no tengo salvación ja ja ja ja ja La espera ha merecido la pena, es un cojín precioso.
ResponderEliminarSandra, me tiene loca el duende dichoso!!! jajaja
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