El 25 de febrero hizo un añito que mi vida cambió con la incorporación de la cosa más bonita del mundo: César, mi hijo.
Para celebrarlo, le hice un pastel amigurumi basado en el patrón de
Lucia de Lanukas.
Quedó así de bonito:
Ya que el peque no sabe soplar la vela, por lo menos puede comérsela :)
Y así de bonita lucía el día de su cumpleaño en la fiesta que organizamos: